Cómo convivir con un opositor y prestarle tu apoyo

 Si hay una situación de alto riesgo para la estabilidad de la familia, pareja o amistad es la de convivir con una persona que se dedica a estudiar una oposición pública. Pero con paciencia y tranquilidad puedes ayudarlo sin desesperarte demasiado.

El post de hoy es para todas aquellas personas que forman parte del entorno de un opositor y no saben cómo tratarlo en muchas ocasiones.

Pero también para los que estáis opositando, ya que hay veces que estáis tan concentrados en vuestra oposición que no existe nada ni nadie fuera de ella.

 

[bctt tweet=»Es importante que las personas que conviven con el opositor sepan cómo mostrarle su apoyo. » username=»Innovaoposicion»]

 

El riesgo de estudiar una oposición las 24 horas del día

 

Estudiar una oposición es una carrera de fondo, larga y que va a ocupar muchas horas de tu vida durante un tiempo a veces largo.

Si eres de los opositores autoexigentes que hacen que no haya más allá de la oposición y toda tu vida gira en torno a ella, es muy probable que estés irritable y te sumerjas en un estado de ansiedad constante.

En este post anterior hablamos de la autoexigencia y de los problemas que te puede acarrear. 

 

Aprender a convivir con un opositor y ser su apoyo

 

Durante el largo recorrido de la oposición puede haber momentos de bajón, de dudas, de querer dejarlo, de no verle sentido. Es muy normal, y se pasa. Pero mientras tanto, los que están a su alrededor son los que sufren los momentos de malhumor y de apatía. Y en muchas ocasiones no saben cómo actuar.

Lo importante es que entre todos identifiquéis este estado y os puedan llevar a sobrellevarlo mucho mejor. Os va a ayudar a vosotros y les va a ayudar a ellos y la convivencia mejorará notablemente.

Pero el trabajo es por ambas partes, no puede hacer el trabajo solo la familia, el opositor debe dejarse ayudar.

 

Cómo puedes ayudarle

Ten empatía

 

No estás en su lugar, pero puedes ponerte en él. Imagina que llevas horas y horas de tu vida estudiando con un solo objetivo: obtener una plaza. Tú haces tu vida normal, pero la de él se ha detenido por el momento. No puede estar tanto tiempo haciendo las cosas que le gustan y se está esforzando día a día para conseguir su propósito.

Si eres empático y te pones en su lugar, podrás comprender por qué hay veces que está nervioso, irritable o tiene la cabeza en otro sitio. Recuerda que tú también has pasado épocas de tu vida estudiando y examinándote para obtener tu título o un ascenso en el trabajo.

 

No  juzgues su actitud

 

Respeta su decisión aunque a ti te esté incomodando en algunas ocasiones. No le digas cómo tiene que organizarse o cómo debe hacer las cosas, puedes sugerirle algunas técnicas que le puedan ayudar, pero no imponer o decirle que está haciendo mal algo. No le juzgues y, sobre todo, no te rías de él, porque puedes provocar un efecto devastador en su autoestima.

Y, sobre todo, no le recrimines nada ni le juzgues delante de otras personas, ni mucho menos intentes dejarle en ridículo.

 

Haz planes para cuando termine de estudiar

 

El poco tiempo que pasas con tu pareja, amigo o familiar opositor procura que sea agradable para ambos. Puedes hacer planes para los días que descanse o para cuando termine su oposición.

Harás que su cabeza esté en otro sitio, se emocione y que salga de la rutina. Esos planes serán la recompensa al duro trabajo realizado.

[bctt tweet=»El poco tiempo que pasas con tu pareja, amigo o familiar opositor procura que sea agradable para ambos.» username=»innovaoposicion»]

 

Habla abiertamente, pero con delicadeza, de las situaciones incómodas

 

Puede haber momentos que te desborde su mal humor, o el poco tiempo que compartís. Hay situaciones en las que, probablemente, no te sientas cómodo. No tienes por qué aguantar todo porque esté opositando. Hazle ver qué puede estar provocando una situación incómoda sin darse cuenta en absoluto.

Siéntate con él, habla tranquilamente, sin juicios de valor ni reproches, y llegad a un punto en común para revertir esa situación y solucionarla.

 

Anímale a que te cuente su día a día

 

Olvídate al final del día del móvil y de la tele y reserva un tiempo para hablar y para contaros vuestro día. Convivir se trata de eso, y si con quien convives es con un opositor, las últimas horas del día son el descanso del guerrero y cuando puede estar más receptivo para que le muestres tu apoyo. Probablemente la respuesta que obtengas es algo parecido a “Como siempre, estudiando”.

Pero tú puedes ir tirando del hilo para que te cuente cómo lo está planteando, qué problemas tiene, qué se le da mejor a la hora de estudiar una oposición de esas características, etc. Esto tendrá un doble efecto: tú sabrás mejor cómo se siente, cuáles son sus inquietudes, sus alegrías o sus preocupaciones. Y él tendrá un desahogo, verá que te interesa lo que hace y así te podrá pedir tu apoyo en situaciones que se vea desbordado por la oposición.

Si no podéis llegar a tener este tipo de conversación no te enfades, solo hazle entender que siempre puede explicarte lo que considere y que puede contar contigo.

 

Escucha y explícale cómo te sentiste en una situación similar

 

Todos hemos pasado por situaciones en las que nos hemos sentido desbordados, no hemos visto claro nuestro futuro o la  frustración y la desmotivación se ha apoderado de nosotros. Escúchale y explícale qué es lo que sentiste cuando te ocurrió y cómo saliste a flote.

Probablemente no es la misma situación, pero puede ayudarle a saber que te puedes poner en su lugar y recurrir a métodos similares para superar la situación.

 

Implícate en sus estudios

 

Si te deja, y tienes tiempo, puedes ayudarle a repasar si te explica un tema, o dar un repaso rápido con los esquemas o  con las flash card. En este último caso lo podéis hacer divertido, imaginad que estáis jugando al Trivial. Utiliza el sentido del humor y anímale, siempre siendo realista. El humor siempre es la mejor arma para superar situaciones difíciles.

Así que os dejamos este vídeo de Pantomima Full para terminar con una sonrisa.